Consumo de lácteos reduce en un 33% el riesgo de fracturas en adultos mayores

Un estudio realizado en Australia revela que el consumo de lácteos en adultos mayores puede reducir en un 33% el riesgo de fracturas. Esta investigación, publicada en el British Medical Journal, demostró que la ingesta adecuada de lácteos, combinada con niveles adecuados de actividad física, puede mejorar significativamente la calidad de vida de las personas mayores, favoreciendo su salud ósea y muscular.

El estudio, denominado «Efecto del aumento del consumo de lácteos en el riesgo de caídas y fracturas en adultos mayores», incluyó a más de 7.000 personas mayores de 86 años, distribuidas en 27 centros de intervención y 29 de control. A diferencia de otros ensayos, este estudio no excluyó a la población con intolerancia a la lactosa y no se utilizaron fármacos para la osteoporosis.

En el grupo de control, se mantuvo una ingesta promedio de lácteos correspondiente a las cantidades habituales en Australia, mientras que al grupo de intervención se le proporcionó una mayor cantidad de lácteos (un promedio de 2 a 3,5 por día), alcanzando un promedio de 1.100 mg de calcio y 1,1 g de proteínas por kilogramo de peso.

Los resultados mostraron que, independientemente de la edad y la presencia de osteoporosis, el consumo de lácteos puede aumentar la densidad mineral ósea. Los lácteos son alimentos ricos en proteínas de alto valor biológico, calcio y, en algunos casos, vitamina D, lo que contribuye a la salud ósea y muscular en los adultos mayores.

Sin embargo, es importante destacar que el consumo de lácteos no es suficiente por sí solo para mantener una buena salud ósea. El estudio subraya la importancia de complementar la ingesta de lácteos con actividad física regular, ya que el ejercicio físico está directamente relacionado con la generación de masa muscular y el fortalecimiento de los huesos.

Además del riesgo de fracturas, los adultos mayores son más propensos a sufrir caídas, por lo que es fundamental adoptar buenos hábitos para preservar la salud ósea. La Organización Mundial de la Salud recomienda realizar entre 150 y 300 minutos de actividad física moderada a intensa por semana, incluyendo ejercicios para desarrollar fuerza muscular y mejorar el equilibrio.

En resumen, el consumo adecuado de lácteos en adultos mayores puede reducir en un 33% el riesgo de fracturas y contribuir a la preservación de la masa muscular. Sin embargo, es necesario complementarlo con actividad física regular para obtener beneficios óptimos en la salud ósea y muscular. Asimismo, se recomienda fortificar los lácteos con vitamina D para potenciar aún más sus efectos positivos en el organismo.